La fabricación de azúcar comestible es un proceso delicado que requiere el control del proceso y la medición instantánea y precisa de Brix (contenido de sólidos de masa cocida) de líquidos crudos y en proceso para obtener la mejor cantidad y calidad de producto, medida con, por ejemplo, la apertura media (MA) y el coeficiente de variación (CV). Solo los azúcares líquidos y cristales de alta calidad son aceptables. En la fabricación de azúcar cristal, el objetivo fundamental es producir la máxima cantidad de cristales de calidad uniforme, evitando los finos y conglomerados.
Procesamiento eficiente de azúcar en bruto para la obtención de azúcar refinado
La producción de azúcar implica dos operaciones distintas: una, procesar la caña de azúacar o la remolacha en azúcar sin refinar y dos, procesar el azúcar sin convertirla en azúacar refinada.
Dado que la refinación del azúcar es un proceso que consume mucha energía en el que el jugo crudo se somete a múltiples pasos de procesamiento para eliminar las impurezas, las herramientas de control de proceso adecuadas ayudan a maximizar el rendimiento y minimizar el costo de producción. En general, la industria azucarera es una gran consumidora de agua, ya que cada paso de la producción requiere de ésta. El consumo de agua y energía durante la fabricación puede reducirse significativamente, contribuyendo a la sostenibilidad del ingenio o la refinería, mediante el uso de equipos de tecnología moderna, como el refractómetro de proceso Polaris de Vaisala.