Algo de metano siempre va a la corriente de escape y esta liberación de metano puede ser incluso mayor que en un motor de calor y energía eléctrica combinados (esto siempre y cuando no esté gestionando el proceso de manera correcta). Si más del 2 % del metano entrante terminara en la atmósfera, sus emisiones de gases de efecto invernadero serían iguales o peores que las emisiones de CO₂ de los combustibles fósiles. De hecho, los límites de emisión de metano suelen ser incluso más estrictos. El gas de escape sin RTO u otras formas de eliminación de metano generalmente consiste en más del 95 % de CO₂, ~1 % CH₄, siendo el resto típicamente nitrógeno y trazas de oxígeno y vapor de agua.

Las emisiones de CH₄ se pueden reducir ajustando cuidadosamente el proceso con monitoreo en línea, y la MGP262 es una herramienta perfecta para eso. Si utiliza la oxidación térmica regenerativa (RTO, Regenerative Thermal Oxidation) para reducir aún más las emisiones de metano, será útil una medición de metano en línea antes de la RTO. La conclusión es que, a menos que preste atención a las emisiones de CH₄ en los gases de escape, perderá dinero y dañará el medio ambiente.